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miércoles, 20 de septiembre de 2017

ENSALADA DE PASTA Y la chica cañón que no era yo.

Uno de los efectos secundarios que suelen conllevar las vacaciones es que se nota una algo más incómoda dentro de los pantalones pitillo, que adquieren de repente la molesta manía de apretarte de mala manera, al igual que los vestidos que traen esa fastidiosa cremallera lateral. Quizás tampoco le das demasiada importancia,  quizás formulas el vago pensamiento de que va a ser cuestión de ponerse a dieta -en algún momento-, hasta el día en que te encuentras por la calle a una conocida, muy agradable y simpática ella, que te pregunta de modo obligado por tu verano:
-Ay...... pero no me lo digas, que ya veo que lo has disfrutado mucho. ¡Esas cerveciiiiitas y esas tapiiiitas! Pero quién se resiste ¿verdad? Porque te veo REPUESTITA.... dí que sí, hija, que hay que disfrutar.
Y tu sigues tu camino, mientras piensas que después de todo, qué le has visto tú de simpática a esa mujer nunca. De hecho, te está empezando a caer bastante mal  Y ¿"repuestita"? A ver, que no he tenido el tifus. Si voy a ser insultada, prefiero que me llamen gorda de manera directa y honrada, y no se valgan de eufemismos.
A ver. A estas alturas de la película una no se hace muchas ilusiones al respecto, y una de las cosas que a mí me ha traído la edad, es la moderada importancia que le doy al aspecto físico, y siendo yo hija de mi madre, os aseguro que eso tiene mérito.  Cuántas veces no la he visto salir del cuarto de baño, con el cepillo en la mano y el flequillo a medio cardar, despotricando en dialecto trinitario:
-  ¡¡¡%%%%%***********&&&&&!!!  ¡¡¡¡¡¡¡OYYYYY, NENAAAA! ¡Que hay días que es que no se puede hacer una nada: estoy HORROROOOOOOSA-HORROROSAAAA.! Para que me ahorquen.¡Ay, Pepa de mi alma, que ya no tienes componenda! ¡Ay, con lo que tú has sido!
-Anda, mamá. Si estás muy guapa.
-¡¡¡Mira!!! ¡¡¡Tú no te cachondees de mí, so suavona!!! ¡¡¡Que estoy que meto susto!!!
Y no paraba hasta arreglar perfectamente el supuesto estropicio, pero aún así, al marcharse, la iba siguiendo por la escalera una letanía de "estoy pa que me maten". Nunca se veía bien. Me temo que en eso yo he desarrollado una mayor dosis de indulgencia propia. Pero vamos, tampoco os creáis, yo me arreglo para salir a la calle hecha una persona. Sobre todo, los días que tengo juicio, que tiene una que hacer por parecer una abogada seria; esas cosas importan mucho en este ambiente, aunque luego una buena toga todo lo tapa. Una de esas veces, iba yo por mi calle de la Victoria muy arregladita, hecha un veinticuatro, como diría Catalina, mi suegra  Allá iba yo pensando en mi pleito, y en esto que me cruzo con un chico bastante joven, y para mi sorpresa veo que me está mirando con verdadera e indiscutible admiración. Uy, ¿cuánto hacía? Esos ojitos de osito de peluche que te ponen (o te ponían) a veces. Y se acerca y los ojitos que brillan cada vez más. Y se sigue acercando, y los ojitos miran.... a través de mí. Tal que si una fuera traslúcida, vamos. Me giro discretamente, para comprobar que, detrás de mí, camina un verdadero monumento de mujer. Guapísima. Veinte años largos menos que yo. Veinte kilos menos que yo y por lo menos quince centímetros más de estatura. De faldita sí iba escasa, pero, vamos, que todo el mérito era de ella, las cosas como son. De pronto sentí cómo me empequeñecía y me iba encogiendo hasta quedarme del tamaño de Garbancito y seguí mi camino, muy divertida y no poco humillada. Desde entonces, creo que casi todo atisbo de vanidad se ha desvanecido en mí. Ahora, que ¿sabes lo que te digo, Conocida Exsimpática? Que yo habré cogido tres kilos en el verano, pero tú pareces un botijo todo el año. Para que te enteres. Lista.
De esta receta que pongo hoy tiro bastante en verano, porque se hace relativamente rápido y es perfecta para esos días en que no llegas a nada. Es moderada de calorías y además está bastante rica.
Para cuatro o cinco raciones:
- 250 gramos de pasta corta (macarrones, lazos....) Queda más vistoso con pasta de colores.
- Cuatro huevos.
-Tres latas de atún pequeñas.
-Una zanahoria
-Tomatitos cherry
-Maíz
-Un trozo de cebolla
-Un pimiento verde.
-Alcaparras (opcional) A mí me encantan; son unos bultitos verdes muy divertidos.
-Sal, aceite y vinagre.
-Mostaza.
Por supuesto, admite casi todas las variaciones que se te puedan ocurrir.
Se cuece la pasta según las indicaciones del paquete, se refresca y se reserva. Se cuecen también los huevos duros y se pelan. Ponemos en una fuente la pasta, los huevos duros picados, el atún y las verduras picadas finas y los cherry cortados por la mitad. Se hace una vinagreta con el aceite, el vinagre, la sal y una cucharadita de mostaza, y se aliña. Se añaden las alcaparras, si se van a usar, y a enfriar a la nevera dos o tres horas al menos. A la hora de la comida te alegrarás muchísimo de tenerla preparada, porque es un plato único perfecto.

Así que, vale, nos cuidaremos. Pero poquito a poco, que el otoño se presenta movido de trabajo y necesitamos energías.
Como siempre, os deseo una semana feliz. Y, sobre todo, libre de culpa....

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