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miércoles, 7 de marzo de 2018

PIZZA DE VERDURAS.

Querido diario:
Hoy me he armado de valor y he bajado a las profundidades abisales del sótano de mi casa, donde acecha el peligro en forma de infinitas cajas y bolsas que contienen no se sabe qué. Como las puertas que había para los premios del Un, dos, tres, y donde no encuentras jamás lo que necesitas, pero sí aquel destornillador que buscabas hace un año como un poseso, fotos que te sacan una lagrimilla y que te hacen sentir viejísima, y toda la vida escolar pasada de mis hijos, que por varias razones también me hace derramar lágrimas: libros, cuadernos, y las agendas del colegio. Dios mío, las agendas del colegio. Ríete tú de las "cartas iban y venían desde Londres a Madrid" de las sevillanas de las bodas de Alfonso XIII.  No ha habido nunca en la historia una relación epistolar tan fluida y constante como la que se entabló aquellos maravillosos años entre el colegio de mis niños y una servidora. Raro era el día que uno u otro de mis vástagos, o ambos  al alimón, no me trajeran una nota en la agenda. Releyendo algunas, encuentro perlas como:
-----"No ha hecho los deberes de matemáticas"
-----"Hoy TAMPOCO los ha hecho"
-----"Su amigo y él han roto una cesta del material peleándose por ella"
-----"Le ha quitado las anillas a TODOS los extintores del colegio" (creo recordar que fue una apuesta; sé que pagamos los daños. Aún lleva una de esas anillas en su llavero, como un trofeo. El muy capullo)
Y, con llamativa frecuencia:
-----"No ha entregado el trabajo de religión porque dice que no le gusta" (eso está en las agendas de los dos)
Ay, los trabajos de Religión.  Qué dolores de cabeza me han dado. Uno de mis hijos, en especial, andaba siempre despotricando a cuenta de ellos. Preguntado por el motivo, me explicó que su profesora, más que de Religión parecía la de trabajos manuales, porque era muy amante de las decoraciones de colorinchis en las portadas de los trabajos. Y, como él decía:
-Mamá, quiere que les peguemos "LENTEJUELAS" de colores. Y yo no "pienso" hacer esa %%%&&&&&&&.
Yo, ejerciendo de madre políticamente correcta, (si bien dándole fervorosamente la razón en mi fuero interno) intentaba templar gaitas:
-Bueno, hijo, pero qué más te da..... si le gustan a la mujer las lentejuelas, pues tú se las pegas y listo. Lo importante es lo de dentro.
-Es que dentro "también" quiere que le peguemos lentejuelas y cromos. "Cromos" ¡¡¡Me niego a hacer esa ******^^^^^^^^!!!
Lo cierto es que yo todavía no sé cómo consiguió aprobar. Un día llegó resoplando como un gato montés escaldado y jurando en arameo y otras varias lenguas vivas y muertas: le estaba oyendo desde el principio de la calle. Yo y todo el vecindario, pero son gente discreta y educada y no se asomaron siquiera. Por suerte, estoy curada de vergüenzas desde hace mucho tiempo...
-¡¡¡Y ENCIMA ahora tengo que hacer un muñeco de ******* representando un peregrino de Compostela!!! ¡¡¡NO ME DA LA GANA de hacer ese ******&&&&&%%%%%!!!.
Ninguno de mis hijos ha sido llamado por el camino de las artes, tampoco su padre, y yo siempre fui una marifulleras en temas manuales. Pero le vi tan desesperado que me dio pena y le ayudé, tirando de gomaeva, un cono y una bola de corcho blanco, y con más buena voluntad que pericia: nos salió un peregrino tan contrahecho, que más que a Compostela parecía que iba para Lourdes, la criatura.  Daba mucha penita. Pero nos quedó bien aparente con su sombrero, su báculo y su venera. Claro que, antes de salir de casa, ya se le había caído la cabeza tres veces, y la semejanza con un peregrino se iba desvaneciendo tanto como se acentuaba un inquietante parecido con el jinete de Sleepy Hollow. Prudentemente, no quise saber lo que opinó la profesora de Religión de semejante adefesio. el niño salió del paso y de eso se trataba.
Precisamente hoy me lo he encontrado, junto con las agendas.... madre mía, es todavía más horrible de como lo recordaba. 
Esta receta la hago muchísimo los fines de semana, es muy apañada y jamás sobra. La recomiendo.
Ingredientes:
Para la masa:
-400 gramos harina de fuerza. Yo compro la de pizza del Mercadona, que ya trae levadura.
-200 ml. de agua.
-50 ml. de aceite de oliva.
-Una cucharadita de sal y otra de levadura seca de panaderia (si no usamos la harina para pizza)
O: Una lámina de masa de pizza preparada, y que le den a la zumbada esta que me quiere poner a amasar.
Cobertura:
-Dos o tres tomates rojos, cortados finos.
-Un calabacín en rodajas.
-Una cebolla.
-Queso de cabra en rulo.
-Dos o tres latas de atún u otro ingrediente al gusto
-Aceitunas negras y alcaparras (opcional)
-Orégano y tomillo.
-Ajo en polvo.
Amasamos todos los ingredientes de la masa durante diez minutos, a mano o en la Thermomix (vel. espiga, 5 minutos), cuidando de que la levadura y la sal no se toquen directamente, estiramos con el rodillo hasta hacer un rectángulo que coja la bandeja del horno, a la que habremos puesto un pliego de papel para hornear,  o bien cogemos la lámina de papel de horno y ponemos encima la lámina de masa de pizza preparada. Encendemos el horno a 220º. Mientras se calienta, ponemos sobre la masa los tomates en rodajas y el calabacín cortado también en rodajas, y la cebolla picada fina. Cortamos el queso de rulo, repartimos el atún escurrido, o el ingrediente que hayamos elegido y disponemos por encima el orégano, el tomillo y el ajo en polvo. Un chorrito de aceite de oliva, y al horno. Ir vigilando a partir de los 15 minutos, cuando el queso esté fundido y la masa dorada, estará listo.
Es muy, muy adictiva.

Buen propósito de hoy: tirar todos los receptáculos de trastos. Son como la caja de Pandora, donde estaban todos los males.
Feliz semana....

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